Toda buena novela latinoamericana de los 90 y primera década de los 2000 que se respete termina con una fastuosa boda eclesiástica, con la protagonista vestida de blanco, de velo y corona, aferrada al brazo del galán de la historia e incluso dando a luz a su primer bebé.
Así cerró exactamente Yo soy Betty, la fea, el descomunalmente exitoso melodrama creado por Fernando Gaitán (1960-2019) y que se transmitió en toda la región en 1999. Pero la trama realmente está lejos de ser concluida. Después de una nada popular segunda parte, bautizada Ecomoda (2002), escritores y actores han desempolvado los queridos personajes tras más de 20 años y se reimaginan qué ocurre después de ese aparentemente final perfecto y feliz. La resolución es que aún hay mucho que contar, por qué llorar y por qué reír.
La acción se reactiva con sus estrellas Ana María Orozco y Jorge Enrique Abello en los roles principales, así como con la gran mayoría del elenco original. La nueva puesta en escena retoma los hilos de su concepto original y nos quiere mostrar cómo se desenreda y se vuelve a enredar cada uno con conflictos actuales.
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